Padres Organizados llevaron velas al gobierno para que vuelvan las clases presenciales
Con velas encendidas y carteles a favor de la vuelta de los chicos a las clases presenciales, el colectivo «Padres Organizados» realizó en el atardecer de este viernes una jornada de protesta pacífica contra la disposición de los gobiernos de Nación y Provincia, aunque también apuntó a los intendentes del oficialismo.
La movida se desarrolló en puntos claves, como la Casa de Gobierno en La Plata y la Quinta de Olivos, pero también en la puerta de los palacios municipales de Morón, Hurlingham, Ituzaingó y casi todos los municipios del GBA.
«No pedimos solo por nuestros hijos, que están apagados, desmotivados, también lo hacemos por los más vulnerables, los que no tienen conectividad, ni medios para seguir escolarizados en este contexto», señaló el comunicado.
En la previa a esta vigilia, el jueves, dos madres de este colectivo lograron cruzarse con el gobernador, Axel Kicillof, a su salida del vacunatorio Covid que montó el PAMI en Hurlingham. Allí hubo un momento de tensión, pero luego las recibió el ministro de Salud, Daniel Gollán, quien les advirtió que las clases presenciales volverán «cuando bajen los casos» y avance el plan de vacunación lo suficiente como para lograr cierta inmunización. O sea… falta.
Ángeles Pardo, una de esas madres, contó ayer la experiencia que se hizo viral el mismo jueves en las redes sociales, pero nunca pasó a mayores, por suerte.
«Nos avisaron 10 minutos antes que venía Kicillof. Las que pudimos nos acercamos con un cartel y esperábamos a otras mamás, pero llegó justo la camioneta del gobernador. En eso nos empujaron, aunque no pasó a mayores. Somos simples mamás que, además de trabajar, queremos colaborar para que las escuelas estén abiertas», contó al programa Estación Central.
«No nos dan datos, información y nos cuesta muchísimo que nos escuchen. Somos muchos los que estamos preocupados. Tampoco hicimos marchas que aumenten los contagios. Somos respetuosos», dijo ayer en Mpquatro radio.
«Estamos tratando de que vean los problemas que trae cerrar la escuela, que es apoyo social, incluso alimento. Las realidades son muy diferentes. Dos años de virtualidad es hacer que la educación desaparezca. Porque no todos llegan a la virtualidad. La escuela mueve sólo al 12% de la circulación diaria. Dijeron que la escuela era lo último en cerrar», argumentó la madre de Hurlingham.
– ¿Hablaron con los ministros?
– Después de los empujones, de decirnos que queríamos deshacernos de nuestros hijos, nosotros pusimos el foco en hacerle entender que queremos las escuelas abiertas. Estuvimos custodiados, nos rodearon, hasta que se acercó un asesor a decirnos que Gollán nos quería atender. El ministro nos dedicó un minuto y nos explicó la situación. Le pedimos que no nos hablara de muertos, porque todos los tenemos. Somos conscientes de lo que pasa, como también de que pasaron 14 meses de escuela cerradas. El ministro nos dijo que dada la situación la salida era la vacunación y la baja de los contagios. Ellos mismos dicen que bajaron. No podemos depender sólo de la vacuna.
–El ministro Berni dijo que tenía amigos que se morían sin atención y que las clases había que dejarlas para más adelante… estuvo en la charla?
-No lo vimos. No podemos cerrar escuelas por un problema personal. Lamento mucho. Todos tenemos personas que pasaron por algo grave. No es que mañana termina esto. Tenemos para rato. Hay un 50% de docentes vacunados. Nos van a decir después que los choferes no están, los policías tampoco.
«Hay escuelas adonde les dan una fotocopia en un kiosco, y se lo devuelven a los 30 días. Cómo vamos a recuperarlos. El año pasado se perdieron un millón y medio de chicos en las escuelas. Queremos seguir teniendo una esperanza. Sin educación no hay futuro. Mi hija está sola todo el día. Apenas habla con una amiga. Al menos tiene la suerte de tener zoom», completó Ángeles.