Tres años de gestión: El Gobierno anuncia dos bonos de fin de año
Alberto Fernández celebró este miércoles sus tres años de gestión como presidente de la Nación en el Parque Colón, ubicado en la parte posterior de la Casa Rosada. Como único orador y sin la presencia de sus dos socios en la cúpula del Frente de Todos: la vicepresidenta Cristina Kirchner y el ministro de Economía, Sergio Massa, realizó un repaso por las políticas públicas implementadas a lo largo de estos 36 meses. También –entre críticas a la oposición, a los medios y a quienes cuestionan su liderazgo– intentó posicionarse como quien tomará el mando de la coalición oficialista de cara a las próximas elecciones.
Además, se anunció el pago dos bonos de fin de año que beneficiarán, por un lado, a empleados con salarios hasta 180.000 pesos y por otro a beneficiarios del Plan Potenciar.
El bono había sido confirmado por Fernández durante su gira por Francia, en noviembre, en el que aseguró que esa era la opción elegida por sobre la suma fija que buscaba instalar el kirchnerismo.
En el caso de los trabajadores con salarios de hasta 180.000 pesos será un bono de 20.000 pesos por encima del aguinaldo. Según explicaron fuentes del Palacio de Hacienda, el bono estará exento del pago de Ganancias y será abonado por las empresas. Saldrá por decreto.
Respecto de los beneficiarios del programa Potenciar, explicaron que se pagarán 13.500 pesos de bono de fin de año, en la semana entre la Navidad y el Año Nuevo, y para obtenerlo deberán hacer la validación de identidad establecida por la Justicia.
“Les garantizo a todos que me voy a poner al frente de todos nosotros, sin exclusión. Me voy a poner al frente para que en diciembre de 2023 el presidente o la presidenta que asuma sea uno de nosotros”, aseveró Fernández y agregó, en un dardo hacia Juntos por el Cambio: “No voy a permitir que otra vez los que han entregado el país, los que lo han puesto de rodillas, vuelvan a querer hacerse cargo de la Argentina que solo le sirve a pocos”.
Después siguió con los mensajes para el frente interno. “Les garantizo que voy a ponerme al frente para ordenar nuestra fuerza, para que a todos incluya y a nadie excluya. Donde todos tengamos lugar, donde todos somos necesarios. Voy a ser el más solidario con los compañeros y compañeras injustamente perseguidos y ponerme al frente del reclamo de libertad de los que están siendo injustamente perseguidos”, sostuvo Fernández.
Y pese a que evitó así aventurar si será candidato en 2023 -algo que sí había afirmado en otras oportunidades, pero que en el último tiempo maneja con mesura-, arengó: “Empezamos el cuarto año, transitémoslo con mucha fuerza. Vamos a ganar, unidos y por el bien de la Argentina”.
En una búsqueda constante de reafirmar su rol como conductor del espacio, antes también le había enviado un mensaje a quienes cuestionan sus formas. “Muchos dicen que soy un presidente timorato, un presidente que no ejerce el liderazgo como a algunos le gusta. Los liderazgos no se ejercen ni gritando, ni golpeando la mesa, sino convenciendo a todos de cuál es el camino a seguir y logrando que todos nos sigan”, planteó.
Incluso expresó que “los líderes no están un escalón más arriba que su pueblo”, sino que están junto a él. “Creo en ese liderazgo porque soy un hijo de la democracia”, sostuvo.
En su discurso también ponderó las políticas que emergieron del Ejecutivo. “Tal vez en estos tres años hicimos muchas más cosas de las que somos capaces de ver”, deslizó, para luego adentrarse en fuertes críticas a parte de la prensa. “Hemos atravesado tormentas, de las peores y hemos podido superarlas. En cada tormenta siempre hay un punto azul, muchos se encargaron de no mostrarlo. Mostraron lo gris, lo dificultoso, los errores; pero no mostraron nunca lo que fuimos capaces de hacer”, se quejó.