Santa Fe: Pullaro y Lewandowski polarizaron un debate con la seguridad
A una semana de las elecciones generales en la provincia, Maximiliano Pullaro (Unidos para Cambiar Santa Fe), Marcelo Lewandowski (Juntos Avancemos), Edelvino Bodoira (Viva la Libertad) y Carla Deiana (Frente de Izquierda y los Trabajadores) protagonizaron este domingo el debate de candidatos a gobernador. Aunque la temperatura sólo se elevó al exponer sobre seguridad, la problemática que más desvela a los habitantes de la bota, especialmente a los rosarinos, y la discusión lució polarizada por los postulantes radical y peronista.
Durante más de una hora (de 19.45 a 21), los cuatro candidatos se cruzaron en Televisión Litoral, en el marco de un debate transmitido por El Tres, Telefé Rosario y Telefé Santa Fe.
Lo hicieron, en un mismo estudio y cobijados por idénticas condiciones, acerca de cuatro ejes centrales: seguridad y justicia, economía y desarrollo productivo, políticas sociales de género y diversidad y salud, y educación. Cada uno tuvo un tiempo para exponer, otro de retruque y uno más de contraréplica en cada tema. Y un minuto de conclusión.
Los moderadores, Sergio Roulier (El Tres), Sonia Marchesi (Telefé Rosario) y María Luengo (Telefé Santa Fe), administraron con sobriedad y efectividad el orden y los tiempos de las exposiciones a lo largo de un debate que, a diferencia de otras provincias, no es obligatorio en la bota y corren por cuenta de los medios de comunicación.
La buena sintonía, aunque sin excesos, con la que los postulantes conversaron fuera de aire se cortó cuando las cámaras empezaron a marcar el pulso de la convocatoria.
Según el sorteo previo, Pullaro abrió el debate respecto de seguridad, que terminó polarizando con Lewandowski. En ese contexto, el radical sacó a relucir su expertise en la lucha contra la banda de Los Monos. “El gobierno (de Omar Perotti) perdió el control de la calle. Vamos a recuperarlo, como también el de la cárcel”, reprochó.
Lewandowski rememoró que hace 15 años la provincia padece la narcocriminalidad, prometió “reabrir las comisarías que cerró Pullaro” y reflotó una vieja acusación al ex ministro de Seguridad por una supuesta digitación en el ascenso de policías.
Pullaro priorizó una impronta propositiva y apeló al juego de las diferencias con la gestión de Perotti para no arriesgar la contundente ventaja que logró en las Paso del 16 de julio: ganó la interna de Unidos y fue el candidato más votado individualmente en la categoría gobernador.
Lewandowski también aportó propuestas, y con más para perder por ser el faro del oficialismo, subió el tono y echó mano a varias placas con datos para confrontar con Pullaro ligándolo a su pasado como ministro de Seguridad de Miguel Lifschitz y, por ese motivo, inhabilitándolo para solucionar los problemas del presente. Asimismo, buscó plantarse como referencia novedosa del peronismo por no haber ocupado cargos públicos, en especial en la gestión de Perotti.
Bodoira, por su parte, cuestionó la “corrupción por acción u omisión a nivel estatal y judicial” y reivindicó el “modelo Bukele” (recordó que viajó recientemente a El Salvador). A su turno, Deiana advirtió que las bandas narco “siguen aterrorizando los barrios de la ciudad”, mientras que en boca de sus rivales “se escuchan las mismas recetas fracasadas”.
En definitiva, el ida y vuelta más fuerte (que incluyó un intercambio de placas informativas) fue encarnado por Pullaro y Lewandowski. Deiana criticó a ambos y Bodoira se centró en sus propuestas, no descuidando algún guiño a votantes de Javier Milei (La Libertad Avanza, LLA), sin aspirante a gobernador en Santa Fe —aunque de buena cosecha de votos territorial en las recientes Paso nacionales—, y citas a la familia y la religión.
Acerca de economía y desarrollo productivo, Lewandowski refrendó políticas del actual gobierno (uno de sus asesores en el debate fue Juan Marcos Aviano, secretario de Comercio provincial), promocionó su plan de viviendas y propuso elevar a 15 mil pesos el reintegro de Billetera Santa Fe, caballito de batalla de la gestión Perotti.
Pullaro, quien vinculó a Lewandowski con el kirchnerismo a lo largo del debate, sostuvo que los empresarios esperan que el Estado “les saque el pie de la cabeza”, a la vez que impulsó una reducción de la carga tributaria.
Fue en esa etapa del cruce que Bodoira apeló a la figura del líder de LLA, mientras que Deiana cuestionó a Pullaro por déficit de gestiones anteriores y a Lewandowski por las deudas en infraestructura en Santa Fe.
Al aludir a las políticas sociales, de género y diversidad, Bodoira impulsó acciones “sin ideología”, mientras que Deiana objetó que, “si no fuera por la izquierda, las mujeres no tendrían voz” en el debate.
Lewandowski repasó, al igual que la campaña de Perotti, obras de infraestructura en salud del actual gobierno. Y Pullaro prometió la vuelta del Plan Abre y el Vuelvo a Estudiar, paradigmas de las administraciones frentistas en la provincia.
Al hablar de educación, Lewandowski reivindicó el Boleto Gratuito (BEG) e instó a elevar 33 por ciento el presupuesto del área. Este último punto fue blanco de un reproche de Pullaro, quien sostuvo que Perotti “ejecutó menos del 50%” de los recursos para el área. También rechazó las actuales políticas de evaluación.
Deiana renovó su embestida contra los frentes oficialista y opositor por “empobrecer” la educación, al tiempo que Bodoira, abogado rafaelino con trayectoria como docente universitario, pidió una urgente ley en la materia.
Los convocados estuvieron acompañados por dos asesores cada uno dentro del estudio donde se realizó el debate y, durante los cortes comerciales, repasaron performances y añadieron consejos a los candidatos.
En el cierre, todos los aspirantes capitalizaron el denominado minuto de oro: “Aprendí del mejor, de Lifschitz”, se despidió Pullaro, quien llamó a votar a todos los “candidatos de la U”, a la vez que Deiana señaló que un buen desempeño electoral de la izquierda implicaría “un claro pronunciamiento en defensa de los trabajadores”.
Bodoira aprovechó para erigirse en la “única opción libertaria” y Lewandowski, pese a haber repasado acciones del actual Ejecutivo provincial, enfatizó: “No tengo ninguna jefatura a la que responder”. Luego, las cámaras se apagaron. Ahora llega el turno de las urnas para que hablen los santafesinos.