La pobreza en Argentina subió al 39,2% y alcanzó el 45% en el GBA
Pese a la mayor actividad (+ 5,2%), el aumento del empleo (+ 1,0 punto) y baja del desempleo (-0,7 puntos), durante 2022 la pobreza subió del 37,3% al 39,2%. Y la indigencia bajo levemente, del 8,2 al 8,1% de acuerdo a los datos del segundo semestre del INDEC.
Con relación al primer semestre 2022, la pobreza sube del 36,5 al 39,2% y la indigencia se reduce del 8,8 al 8,1%.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos reportó que la pobreza en el segundo semestre del año 2022 alcanzó al 39,2 % de la población argentina. Cómo se refleja el dato en las regiones.
Si se desglosan los datos por trimestre, las cifras son más adversas: la pobreza fue del 37,7% en el tercer trimestre 2022 y 40,7% en el cuarto trimestre del año pasado. Y la indigencia fue del 7,8% en el tercer trimestre y 8,4% en el cuarto trimestre 2022, según los microdatos del INDEC, lo que marca un agravamiento de las condiciones de vida.
Si esos porcentajes se extienden a toda la población (46,2 millones), incluyendo la rural, equivale a 18.800.000 pobres, de los cuales 3.800.000 serían indigentes.
Estos datos se conocen en medio de un escenario marcado por la sequía, menor crecimiento, los salarios en baja y una inflación, y los valores de la canastas de indigencia y pobreza, que no dan tregua, por la que se descuenta que en el primer trimestre de este 2023 la pobreza habría aumentado aún más y podría rondar el 42/43%.
Con el 43,1 y 43,6% las Regiones del NOA y NEA superan la media nacional.( 39,2%), destacándose Resistencia (Chaco) con el 54,0% y Concordia con el 55,2%.
Eso pasó porque los valores de las canastas que se toman como referencia para la medición de las líneas de indigencia y de pobreza, aumentaron en Capital y GBA el año pasado 103,8% y 100,8%, respectivamente, varios puntos por encima de la inflación (+ 94,8%) y de los ingresos de la población, en especial los de menores recursos.
En 2022, los salarios formales o registrados tuvieron un incremento del 95,8% y los informales una suba apenas del 65,4%, de acuerdo al Índice de Salarios del INDEC.
Los asalariados informales (“sin descuento jubilatorio) aumentaron del 33,3% al 35,5% entre los cuartos trimestres de 2021 y 2022, lo que marca otro avance de la precariedad laboral. .
A eso se agregó que el año pasado el gasto en AUH y las asignaciones familiares a trabajadores activos y jubilados “se redujeron 10,4%, 3,3% y 13,9% respectivamente como consecuencia de la reducción de las prestaciones por aplicación de la fórmula de movilidad”, Y las transferencias en programas sociales disminuyeron el 0,6%, en relación a la inflación, según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC). Respecto a la suba del valor de las canastas, las bajas son muy superiores.
El INDEC aclara que con respecto al primer semestre "en promedio, el ingreso total familiar aumentó 37,3%. Y las canastas regionales promedio aumentaron 43,5% (CB Alimentaria) y 44,4% (CBT o de pobreza)".
Por edades, con el 54,2 % sobresale la pobreza infantil de menores de 14 años versus un 51,8% del segundo semestre de 2021, destacándose el 56,5% de pobreza entre los menores de 6 a 11 años
Por su parte, en los partidos del Conurbano – la región más poblada del país 12,7 millones de habitantes) la pobreza subió del 42,3% al 45% . Son 5.743.731 de personas pobres, de los cuales 1.251.148 son indigentes.
El aumento de la pobreza se produjo entre todos los rangos de edad, en particular entre los menores de 17 años y mayores de 65 años.
Por su parte, "Tanto en los aglomerados de 500.000 y más habitantes como en los de menos de 500.000 se observó un aumento de la pobreza de 2,2 p.p. y 4,7 p.p. respectivamente, con respecto al primer semestre de 2022.
Por otro lado, el INDEC informa la distancia que tienen tanto la familias indigentes y pobres para superar esas condiciones de vida. Así el INDEC aclara que, en la segunda mitad 2022, “ en promedio, los hogares indigentes tienen una distancia de $19.476 entre sus ingresos y el valor de la línea de indigencia. En términos porcentuales, esto implica que sus ingresos en promedio se encuentran 34,0% por debajo de la Línea de Indigencia. En el caso de los hogares pobres, la distancia se refiere a la línea de pobreza y es de $48.049, lo que implica una brecha de 36,5%.”